por: Alejo Vargas Velásquez
Las elecciones regionales y locales dejaron un nuevo panorama político regional con una característica clara: ningún partido puede considerarse el vencedor indiscutible y tendremos gobiernos regionales y locales reflejando la diversidad política de la sociedad colombiana, lo cual es muy positivo para nuestra democracia. A pesar de la alta abstención que continúa como un gran lunar de la misma.
Efectivamente hay triunfos y derrotas parciales de todas las fuerzas políticas y del gobierno. El gobierno tuvo un triunfo en lo relativo a la situación de seguridad, sensiblemente mejor que en comicios pasados. Pero perdió con la derrota de los candidatos de sus afectos en Bogotá y Calí.
El Polo Democrático Alternativo logró mantener la alcaldía de Bogotá, gracias la buena gestión del gobierno de Lucho Garzón cuya política social se comprometió a mantener, a la existencia de un partido que lo respaldó, a la propuesta de comenzar a construir el metro; pero al mismo tiempo el PDA sigue siendo un partido con base fundamental en Bogotá y en Nariño donde ganó la gobernación. Tiene el desafío de expandirse por el resto del país, si quiere tener éxito en la campaña presidencial próxima y esto le va a implicar una estrategia política de gran calado. Pero ya cuenta con un punto de arranque importante.
De los partidos nuevos de la coalición de gobierno, fue Cambio Radical quién parece haber tenido un mejor resultado relativo al obtener una implantación nacional y con una votación relevante; el Partido de la U. a pesar de ser uno menos cohesionado, igualmente tuvo un buen resultado en lo relacionado con gobernaciones. El Partido Liberal tuvo algunos resultados positivos como fueron los triunfos en Santander, Atlántico, Cundinamarca, Caldas y otras dos gobernaciones, pero hay que mencionar que en la mayoría de estos casos lo hizo en coaliciones con otras fuerzas políticas
En Cali y Medellín se produjeron dos grandes triunfos electorales no previstos; el médico Jorge Iván Ospina en Cali logró ganarle a Kilo Lloreda, no hay duda que este triunfo premia una gestión pública exitosa del médico Ospina en sus anteriores cargos públicos y un proyecto de recuperación de la ciudad; en Medellín el comunicador Alonso Salazar derrotó a Luís Pérez quien aspiraba a ser reelecto con el apoyo de la mayoría de la clase política tradicional, aquí se premió por los votantes la buena gestión del alcalde Sergio Fajardo y se castigó a la política tradicional.
Una situación novedosa será la derivada de la relación entre el Presidente y los mandatarios regionales; entre los gobernadores se encuentran un grupo de ‘pesos pesados’ de la política nacional –independiente del partido a que pertenezcan- que retornaron a sus regiones y lograron triunfar: Horacio Serpa en Santander, Antonio Navarro en Nariño, Andrés González en Cundinamarca, Luís Alfredo Ramos en Antioquia, Guillermo Alberto González en Cauca, Eduardo Verano en Atlantico. Esto sin duda podrá incidir en una relación más equilibrada entre el gobierno nacional y los gobiernos departamentales e incidir en un re-equilibrio del proceso descentralizador.
lunes, 5 de noviembre de 2007
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