martes, 2 de octubre de 2007

Lo que dicen las encuestas

por: Álvaro Jesús Urbano Rojas

En la recta final del proceso electoral hay mayor nerviosismo y se exaltan los ánimos. Los candidatos tienen la susceptibilidad alterada.
La última encuesta realizada por la firma J.P.G. Investigación de Mercados, inscrita ante el Consejo Nacional Electoral y contratada por Super Noticias del Cauca, muestra que para la gobernación se presenta una amplia ventaja a favor del ex ministro Guillermo Alberto González Mosquera, con diferencia superior a los 16 puntos sobre el segundo candidato.
Las encuestas se reciben siempre con el beneficio de la duda y más por quienes los resultados no les favorece, generan por tanto controversias sobre su credibilidad, o con la credibilidad de las firmas encuestadoras y de los medios de comunicación que las contratan; pero no se puede desconocer que las mismas son un instrumento útil para medir la tendencia de la opinión pública y se han convertido en una herramienta de gran utilidad para quienes tienen la responsabilidad de dirigir y trazar las estrategias de las campañas políticas.
Las empresas encuestadoras establecidas legalmente, compiten con profesionalismo, experiencia, tradición, credibilidad y acierto, para aproximarse al comportamiento real de la opinión publica. A los medios de comunicación les corresponde difundir sus resultados en forma seria, veraz y objetiva.
Al analizar la última encuesta, se puede concluir que si las elecciones fueran hoy, los payaneses se inclinan por las propuestas integradoras, no excluyentes y que con discursos coherentes convocan a diferentes actores sociales, partidos políticos y con coincidencias programáticas en un pacto social con miras a lograr el progreso de nuestras entidades territoriales.
Por otro lado, se evidencia que el elector ya no vota por colores políticos, pues no se identifica plenamente con ellos, votan por personas y por programas, sin darle importancia al movimiento o partido que avale al candidato.
Si la tendencia de las encuestas se cumple, es evidente que ningún partido tradicional, por fuerte que sea, tiene la posibilidad de contar con los votos suficientes para ganar por cuenta propia las elecciones. En las actuales circunstancias políticas, sólo las propuestas que tengan capacidad de convocatoria, con la suficiente solvencia moral y programática que logre unificar diferentes tendencias, tendrá opción de triunfo.
La contienda ha provocado en algunos candidatos que por apelar al sectarismo partidista, no han logrado ganar para sí el fervor popular, por lo que han tenido que acudir a la odiosa vía del vejamen y el vituperio, con ataques ignominiosos, infames y calumniosos, que desdicen de su condición personal, al utilizar de manera impune la trapisonda, las leguleyadas infundadas, para aminorar distancias que por la falta de propuestas y programas, han alejado de sus toldas a la mayor parte de sus electores. Cuando esto ocurre, los que llevan la delantera, sin bajar la guardia y trabajando con lealtad y responsabilidad, al parafrasear a Cervantes, dicen: “Ladran Sancho, señal que cabalgamos”.

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